Las políticas de la Comisión de Bolsa y Títulos (SEC) estadounidense sobre criptomonedas han sido tradicionalmente ambiguas y provocadoras de incertidumbre, especialmente cuando se prostitución de altcoins (criptomonedas que no son bitcoin).
Por ejemplo, ¿por qué una criptomoneda rejonazo mediante una ICO es clasificada como un commodity (mercancía) y otra rejonazo del mismo modo es un security (título valencia)? No hay un porqué claro y las respuestas son cuestionables, pero así es.
Antiguamente de seguir leyendo, es crucial entender la diferencia entre una mercancía y un título valencia para comprender las implicancias regulatorias de estas clasificaciones. Una mercancía se refiere a un tipo de correctamente, ya sea un producto físico como el oro o el petróleo, o un memorial digital como bitcoin (BTC). Las mercancías son transables en el mercado y su valencia se sostén principalmente en las fuerzas del mercado, la propuesta y la demanda.
Por otro flanco, un título valencia representa una billete, un derecho sobre los activos de una empresa, o una obligación contractual, y se paciencia que proporcione algún tipo de retorno o beneficio a su poseedor. Las acciones, los bonos y los fondos de inversión son ejemplos típicos de títulos valencia. Estos son mucho más regulados que los commodities, ya que se considera que los inversionistas necesitan una protección más esforzado contra el fraude y el patraña.
Bitcoin se perfila como vencedor
Con los hechos ocurridos esta semana, un destello de claridad regulatoria se hace evidente. Parece que el vencedor emergente en este tumulto regulatorio podría ser la primera de todas las criptomonedas: bitcoin.
El lunes, la SEC demandó a Binance, y al día subsiguiente hizo lo mismo con Coinbase, alegando que ambas plataformas vendían títulos valencia no registrados. Tal como CriptoNoticias lo reportó, en estas demandas la SEC catalogó a 12 altcoins como títulos valencia. Esa clasificación limita su comercio en división estadounidense y las despoja de una cuota de mercado considerable.
La sombra de este activar se cierne sobre todas las altcoins, ya que aún equivocación una regulación definitiva y generalizado en los EE. UU. que clarifique su status. En medio de esta turbulencia, bitcoin emerge como un oasis de estabilidad. Ya definido como mercancía por la Commodity Futures Trading Commission (CFTC) de los EE. UU., el camino regulatorio para BTC está mucho más despejado que para sus imitadores más jóvenes.
Bitcoin, al igual que otras mercancías, no otorga a sus propietarios ningún derecho sobre una entidad específica ni se paciencia que proporcione un retorno financiero derivado de los esfuerzos de una empresa o un tercero. Su valencia se deriva simplemente de su éxito entre usuarios y comerciantes y su utilidad como medio de intercambio y almacén de valencia.
En cambio, cuando una criptomoneda se pica a través de una propuesta auténtico de moneda (ICO), donde los inversionistas aportan cuartos con la expectativa de obtener ganancias derivadas del esfuerzo de los desarrolladores de la criptomoneda, la SEC generalmente la considera un título valencia.
Potencial traspaso de hacienda desde las altcoins cerca de bitcoin
Bitcoin ha demostrado su resiliencia y versatilidad a lo dispendioso de los primaveras, resistiendo las crisis financieras, la volatilidad del mercado y las persistentes críticas de los círculos financieros tradicionales. Ahora, parece que podría resistir incluso la presión regulatoria que tanto asusta a la industria de las altcoins.
Al ser Bitcoin un commodity, su operación en los mercados estadounidenses es mucho más sencilla y menos arriesgada a nivel regulatorio para los exchanges, lo que podría incentivar un traspaso de hacienda desde las altcoins cerca de la «criptomoneda superiora». Los inversionistas y traders, enfrentados a la perspectiva de una regulación más estricta, podrían optar por refugiarse en el más estable y regulado bitcoin.
No podemos predecir con certeza el huella que tendrá el fresco investigación de la SEC en el panorama normal de las criptomonedas, pero ciertamente las señales apuntan a bitcoin como el potencial vencedor de esta presión regulatoria. Con su status lícito más claro, bitcoin ofrece a inversionistas y traders un cierto categoría de seguridad en tiempos inciertos.
La industria en torno a las criptomonedas ha abogado durante mucho tiempo por una regulación clara y equitativa. Aunque no esté resultando como los promotores de altcoins lo esperaban, eso podría ser lo que está ocurriendo. Si la SEC continúa su contemporáneo trayectoria, es probable que veamos a bitcoin consolidar aún más su mercado, con un firme incremento en su capitalización.
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