El dúo de artistas Cooking Sections se ha imprudente en el negocio del pudín turco, vendiendo platos tradicionales elaborados con calostro de búfala de agua en una tienda de Estambul para ayudar a permanecer una civilización pastoril en peligro por el auge de la construcción del gobierno.
El tesina, llamado Wallowland, presenta una investigación de Cooking Sections, con sede en Londres, fundada por Alon Schwabe y Daniel Fernández Pascual, sobre la herencia centenaria y la ecología del pastoreo de búfalos en la periferia de Estambul, una ciudad de casi 16 millones de habitantes.
“El pastoreo de búfalos es una destreza por excelencia en Estambul. Con todas las diferentes amenazas de la colonia, nos preguntamos qué podemos hacer para respaldar la persistencia de esta destreza. ¿Cómo empoderamos a los pastores y los equipamos a medida que cambia el paisaje?”, preguntan los artistas.
La persistencia es fundamental para el dúo. Su tesina Climavore de composición abierta analiza cómo el cambio climático es alimentado y transforma la forma en que comemos, e incluyó una instalación en Tate en 2020 que impulsó al museo a eliminar el salmón de su menú. Wallowland reconfigura la entrada a la Bienal de Estambul de 2022 de los artistas ecológicos y un espectáculo de 2021 en el centro de artes SALT Beyoğlu en Estambul.
Apreciada por los turcos por su calostro cremosa, la población de búfalos de Estambul se ha derrumbado a medida que la ciudad invade los bosques, las tierras de cultivo y las fuentes de agua potable de la periferia. El gobierno arrasó 13 millones de árboles para construir una autopista y un aeropuerto en el septentrión de la ciudad, y el presidente Recep Tayyip Erdoğan prometió excavar un canal de 15.000 millones de dólares que, dice, “garantizaría la seguridad de la vida y la propiedad del Bósforo de Estambul y los ciudadanos a su en torno a”, pero que los científicos advierten que destruiría los prados restantes, convertiría la centro de Estambul en una isla y convertiría el mar en anóxico.
Las ventas de pudín ayudarán a apoyar a los pastores, mientras que el festival del bisonte, que se celebró por primera vez en la bienal del año pasado, se convertirá en un evento anual.